Expresar la ira para desahogarnos gradualmente cuando estamos enojados parece sensato. La sabiduría convencional sugiere que expresar la ira puede ayudarnos a calmarla, como liberar vapor de una olla a presión. Sin embargo, esta metáfora común es engañosa, según una reciente revisión meta-analítica. Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio analizaron 154 estudios sobre la ira, encontrando poca evidencia de que desahogarse ayude. En algunos casos, incluso podría aumentar la ira.

“Creo que es realmente importante desmentir el mito de que si estás enojado deberías liberar vapor – sacarlo de tu pecho,” dijo Brad Bushman, autor principal y científico de la comunicación, cuando se publicaron los resultados en abril. “Desahogar la ira puede sonar como una buena idea, pero no hay una pizca de evidencia científica que respalde la teoría de la catarsis.”

Eso no significa que la ira deba ser ignorada. Reflexionar puede ayudarnos a entender por qué nos enojamos y abordar problemas subyacentes. También puede ayudar a la validación emocional, un primer paso importante hacia el procesamiento saludable de las emociones. Sin embargo, desahogarse a menudo va más allá de la reflexión, convirtiéndose en rumiación.

El estudio sugiere que muchas personas también intentan exorcizar la ira con esfuerzo físico, lo cual puede ofrecer beneficios para la salud pero no necesariamente mejora el estado de ánimo en el momento. Los estudios revisados incluyeron un total de 10,189 participantes, representando una variedad de edades, géneros, culturas y etnias. Los hallazgos muestran que la clave para frenar la ira es reducir la excitación fisiológica, dicen los autores, ya sea de la misma ira o de la actividad física beneficiosa que podría inspirar.

“Para reducir la ira, es mejor participar en actividades que disminuyan los niveles de excitación,” dijo Bushman. “A pesar de lo que la sabiduría popular pueda sugerir, incluso salir a correr no es una estrategia efectiva porque aumenta los niveles de excitación y termina siendo contraproducente.” La investigación se inspiró en parte por la popularidad de las ‘salas de ira’, donde las personas pagan para romper objetos con la esperanza de liberar su enojo.

“Quería desmentir toda la teoría de expresar la ira como una forma de lidiar con ella,” explicó Sophie Kjærvik, coautora y científica de la comunicación en la Universidad Commonwealth de Virginia. “Queríamos mostrar que reducir la excitación, y de hecho el aspecto fisiológico de ello, es realmente importante.” El equipo diseñó la revisión basada en la teoría de dos factores de Schachter-Singer, que describe la ira (y todas las otras emociones) como un fenómeno de dos partes, cada una compuesta por un componente fisiológico y un componente cognitivo.

Investigaciones anteriores a menudo se han centrado en el ángulo cognitivo, según Kjærvik y Bushman, como examinar cómo la terapia cognitivo-conductual puede ayudar a las personas a ajustar los significados mentales que sustentan su ira. La investigación muestra que eso puede funcionar, dicen, pero la revisión también arroja luz importante sobre una vía alternativa para desactivar la furia. Además, las terapias cognitivo-conductuales estándar no son efectivas para todos los tipos de cerebro.

Su estudio examinó tanto actividades que aumentan la excitación como actividades que la reducen, desde boxeo, ciclismo y jogging hasta respiración profunda, meditación y yoga. Encontraron que las actividades calmantes reducían la ira en el laboratorio y en el campo, y a través de otras variables como métodos de instrucción o demografía de los participantes.

“Fue realmente interesante ver que la relajación muscular progresiva y la relajación en general pueden ser tan efectivas como enfoques como la atención plena y la meditación,” dijo Kjærvik. “Y el yoga, que puede ser más estimulante que la meditación y la atención plena, sigue siendo una forma de calmarse y centrarse en la respiración que tiene un efecto similar en la reducción de la ira.”

En lugar de intentar desahogarse, los investigadores recomiendan socavar la ira reduciendo la excitación. Las tácticas calmantes ya probadas para aliviar el estrés también pueden robarle a la ira su combustible fisiológico. “Obviamente, en la sociedad actual, todos estamos lidiando con mucho estrés, y necesitamos formas de lidiar con eso también,” dijo Kjærvik. “Mostrar que las mismas estrategias que funcionan para el estrés también funcionan para la ira es beneficioso.”

La revisión encontró que la mayoría de las actividades que aumentan la excitación no redujeron la ira, y algunas la aumentaron, siendo el jogging la que más probablemente lo haga. Los deportes de pelota y otras actividades físicas que implican juego parecieron reducir la excitación fisiológica, sugiriendo que el esfuerzo podría ser más útil para reducir la ira si es divertido.

“Ciertas actividades físicas que aumentan la excitación pueden ser buenas para tu corazón, pero definitivamente no son la mejor manera de reducir la ira,” dijo Bushman. “Es realmente una batalla porque las personas enojadas quieren desahogarse, pero nuestra investigación muestra que cualquier buen sentimiento que obtengamos al desahogarnos en realidad refuerza la agresión.”

Se necesita más investigación para aclarar estos hallazgos, pero por ahora, los investigadores dicen que las técnicas calmantes, incluso simplemente tomarse un tiempo o contar hasta diez, ofrecen las mejores opciones para domar un temperamento. “No necesitas necesariamente reservar una cita con un terapeuta cognitivo-conductual para lidiar con la ira. Puedes descargar una aplicación gratis en tu teléfono, o puedes encontrar un video en YouTube si necesitas orientación,” dijo Kjærvik.

El estudio fue publicado en Clinical Psychology Review.

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