La llegada de Holcim a Perú marca un nuevo capítulo en el mercado cementero. La adquisición de Comacsa y Mixercon por 100 millones de dólares abre oportunidades para la expansión en el país. Sin embargo, la industria cementera enfrenta desafíos, con despachos de cemento en cifras negativas hasta junio.

Aunque el consumo interno de cemento ha mostrado volatilidad, los niveles siguen siendo superiores a los registrados antes de la pandemia. El mercado local es atractivo, con un aumento del 4,5% en el consumo de cemento de enero a mayo de 2024 en comparación con el mismo período en 2019.

El mercado peruano destaca por sus márgenes de EBITDA del 30%, superiores a los de otros países de la región. La demanda de cemento está estrechamente vinculada al sector de la construcción, que registró un repunte del 5,6% en su PBI en mayo.

La llegada de Holcim puede generar una reconfiguración del mercado. Aunque no se anticipa un cambio inmediato en la participación de mercado de los operadores actuales, a largo plazo, la situación podría evolucionar dependiendo de las decisiones estratégicas de Holcim.

Holcim se concentrará este año en entender el mercado peruano y en reforzar las empresas que ha adquirido. Sin embargo, no descarta realizar inversiones adicionales en el futuro, como la compra de otra empresa cementera existente o el desarrollo de nuevas operaciones.

La presencia de Holcim provocará un cambio en la dinámica del mercado. Incentivará una mayor inversión por parte de los operadores actuales para mantener su capacidad de producción y eficiencia, fortalecer y expandir sus redes de distribución, y potenciar sus marcas.

Los operadores actuales, como Unacem y Pacasmayo, ya están realizando inversiones para mantener su competitividad. Unacem destinó 500 millones de soles en capex consolidado en 2023 y espera un capex ligeramente superior este año. Pacasmayo ya destinó 85 millones de dólares en su planta para aumentar su capacidad de producción.

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