El 19 de septiembre se conmemora el bicentenario del nacimiento de Antonio Raimondi, un destacado investigador italiano que marcó la historia del Perú con su pasión por la ciencia.

Nació en Milán en 1824 y desde joven se fascinó con los libros de viajes, especialmente con la naturaleza peruana. Su interés lo llevó a Perú en 1850, donde se sumergió en la vida académica, convirtiéndose en docente de Ciencias Naturales en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Raimondi inició extensas expediciones por todo el territorio peruano entre 1851 y 1869, recorriendo más de 45 mil kilómetros. Sus viajes le permitieron documentar la flora, fauna, minerales y monumentos arqueológicos del país.

Como resultado de su trabajo, publicó “El Perú”, una obra magna que refleja su pasión y dedicación a la naturaleza peruana. Raimondi donó todas sus colecciones al Estado peruano, demostrando su compromiso con el país que lo acogió.

A pesar de la interrupción causada por la Guerra del Pacífico, Raimondi se negó a abandonar Perú, priorizando su trabajo científico sobre cualquier otra oferta. Su legado incluye el descubrimiento de la planta Puya raimondii y el monolito chavín llamado Estela de Raimondi.

Dejó un impacto significativo en la ciencia peruana, caracterizando más de dos tercios de las aves conocidas en el país. Sus ilustraciones acuáticas, donde plasmó sus hallazgos, son un testimonio de la unión entre el arte y la ciencia.

El bicentenario del nacimiento de Raimondi se celebra con la exposición “Entre dos mundos: Memoria y celebración de Antonio Raimondi en Italia y el Perú”, organizada por el Instituto Italiano de Cultura y el Museo Raimondi.

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