LA CUESTA
En el fondo fragoroso de magnífica montaña cual si fuera el cuenco enorme de una mano gigantesca duerme en quieta placidez de reina indiana una aldea entre verdores, tibia y lírica, La Cuesta. Hasta que tiempos ignotos se…
En el fondo fragoroso de magnífica montaña cual si fuera el cuenco enorme de una mano gigantesca duerme en quieta placidez de reina indiana una aldea entre verdores, tibia y lírica, La Cuesta. Hasta que tiempos ignotos se…
PIEDRAS DE ANIMO Tierra, los días danzan fatigados, conmovida lloras no te oyen tierra. El látigo ha surcado tus montes, las estrellas ahora tan distantes dejan de brillar esa parásita risa congeló a la humanidad, el aire es aplastante, luchad contra la corriente ¡Piedras ánimo! Una flor creció entre los cardos. ESPERANZA Habrá tiempo después del tiempo, hora tras las horas, camino al final del camino espacio más allá del espacio, canción aún después de la muerte y estos macilentos rostros tornarán en gesto eterno. NEVENKA WALTERSDORFER.-Chiclayo- Lambayeque, 1970. De la revista cultural «SOLSTICIO»N*5
¡Oh llanto silencioso de vientres germinados en la violácea tierra de la hambruna! No sé como hablarte, mujer, cuando te miro mecer sobre tus piernas, un bulto sin destino. ¿Qué camino has abierto para el niño…
De mis caras han brotado llamas. ¿Conoces tú lo que es el hambre? De mi sombra han nacido muertes. ¿Sabes tú por qué vivimos? De mis labios han caído noches. ¿Por qué nos ocultamos tras los siglos?…
A Soco, Vicky y Olguita Erase una vez, una niña tímida y solitaria, temerosa de la gente, de las risas burlonas y de los comentarios maliciosos. Iba por la vida sin confiar en nadie, sin…
Eran las nueve de la noche del día 24 de diciembre cuando Claudio volvió a su casa, un cuartucho ubicado en una de las sinuosas calles de El Porvenir. Era el hermano mayor de los…
Cae la tarde ausente. Amenazante y fría, acompaña mis ideas que, vertiginosas, ruedan una tras otra, estrellándose contra el gris del escritorio. Recuerdo claramente aquel día: sobre mis rodillas, lloré infatigablemente, mientras Rubí me advertía:…