El 22 de Julio de 1933, el piloto Wiley Post regresó al campo Floyd Bennett en Brooklyn, Nueva York, después de 7 días, 18 horas y 49 minutos de haber partido. Con la ayuda de nueva tecnología, su vuelo no solamente fue el primero vuelo solitario alrededor del mundo, sino también el viaje más rápido rodeando el planeta.
Los Primeros Sueños de Vuelo
Nacido en Texas, Post soñaba con ser piloto desde que vio su primer avión en una feria del condado a los 15 años. A los 24 años, tuvo su oportunidad cuando un piloto de exhibición le permitió reemplazar a un paracaidista lesionado. Aunque realizó varios saltos, siempre quiso ser el piloto, no el paracaidista.
Superando Obstáculos
Su sueño casi se arruina mientras trabajaba en los campos petroleros para ganar dinero para un avión: perdió su ojo izquierdo en un accidente. A pesar de la falta de percepción de profundidad, Post logró obtener su licencia de piloto y, con los cheques de compensación laboral, compró su primer avión.
Ascenso Rápido
Post rápidamente mejoró sus habilidades de vuelo y se convirtió en el piloto personal del acaudalado petrolero F.C. Hall. Su jefe lo animó a usar el avión cuando no se necesitaba para negocios, y el piloto de 32 años ganó una prestigiosa carrera aérea de Los Ángeles a Chicago.
El Avión Winnie Mae
Con el éxito, Hall permitió a Post usar el elegante avión Lockheed Vega, llamado Winnie Mae en honor a la hija de Hall, para perseguir cualquier récord aéreo que deseara. En 1931, junto con el navegante Harold Gatty, rompieron el récord de circunnavegación mundial que tenía el dirigible Graf Zeppelin, completando el vuelo de 15,000 millas en 8 días, 15 horas y 51 minutos.
Vuelo en Solitario
Para demostrar que podía hacerlo solo, Post equipó el Vega con un piloto automático primitivo y un radiogoniómetro para navegación. Aunque el piloto automático tuvo problemas, ayudó a mantener el curso deseado. El radiogoniómetro permitió a Post navegar hacia cualquier transmisor de estación de radio, manteniendo el ritmo récord.
Desafíos y Soluciones Ingeniosas
Después de varias paradas no programadas en la Unión Soviética y la necesidad de arreglar una hélice doblada, Post logró regresar a América del Norte aún adelantado al horario. Luchando contra la fatiga, desarrolló una simple tecnología para no quedarse dormido: ató un extremo de una cuerda a una llave inglesa y el otro a su dedo. Si se dormía, la llave caía y lo despertaba.
Logro Histórico
El improvisado sistema de alarma funcionó, y al acercarse la medianoche, Post aterrizó en el campo Floyd Bennett frente a miles de espectadores. Atribuyó el éxito del vuelo al piloto automático y al radiogoniómetro. Había superado su récord anterior por 21 horas.
Innovaciones Futuras y Trágico Final
Post continuó desarrollando trajes de presión que le permitieron volar a altitudes de hasta 40,000 pies. En 1935, emprendió un vuelo con su amigo Will Rogers en busca de nuevo material para la columna de Rogers. Desafortunadamente, el avión se estrelló en un lago en Alaska, matando a ambos. Rogers tenía 55 años y Post 36.
Aunque la vida de Wiley Post terminó trágicamente en Alaska, su legado perdura. Sus innovaciones y determinación siguen inspirando a aviadores y aventureros en todo el mundo, recordándonos que los límites solo existen para ser superados.
Referencias:
Wired.com
History.com
DenverPost.com
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