Recientemente, se registró el asesinato del ingeniero civil Luis Cabrera Cieza en Chepén, presuntamente a manos de sicarios. Este trágico suceso ha generado gran preocupación entre los profesionales del área.

Luis Cabrera, quien era gerente de Infraestructura y Desarrollo Urbano en la Municipalidad Provincial de Chepén, fue víctima de un acto violento que no debe ser ignorado. Este evento no es aislado, ya que también se produjo el asesinato del ingeniero agrícola Jenry Rodríguez Torres en Gran Chimú, quien trabajaba para el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social.

El Colegio de Ingenieros de La Libertad ha hecho un pronunciamiento enérgico sobre esta creciente ola de violencia. Aseguran que estos crímenes son parte de un patrón preocupante que indica la existencia de amenazas y extorsiones en la región, lo que pone en riesgo la vida de muchos profesionales.

La inseguridad afecta directamente a aquellos que trabajan para mejorar las condiciones de vida de la población. Por ello, es fundamental que se implementen medidas de seguridad efectivas para proteger a estos trabajadores. A través de la colaboración entre las autoridades y el sector privado, se puede buscar garantizar un ambiente seguro y propicio para el trabajo.

La exigencia de un sistema de seguridad para los ingenieros es más que una necesidad; es una demanda urgente para prevenir futuros incidentes violentos. La región necesita un compromiso claro para asegurar la protección de sus profesionales, lo que beneficiará a la comunidad en su conjunto.

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