El 27 de diciembre, un terremoto de magnitud 6.0 sacudió la costa norte del Perú, afectando principalmente las regiones de Áncash y La Libertad. Este evento geológico generó una alerta en áreas ya identificadas como críticas por vulnerabilidad ante remoción en masa. El Instituto Geofísico del Perú (IGP) registró el terremoto, cuyo epicentro se ubicó a 67 km al oeste de Chimbote, en la región Áncash, a una profundidad de 52 km.

El terremoto dejó un rastro de daños en viviendas, centros de salud e infraestructura pública, además de heridas personales. Las zonas más afectadas se encuentran en Bolognesi, Huari, Huaylas y Recuay en Áncash, y en Otuzco, Chepén y Sánchez Carrión en La Libertad. Se identificaron 15 zonas críticas, con 11 en Áncash y 4 en La Libertad. La combinación de factores geológicos incrementa la posibilidad de eventos geodinámicos en estas áreas.

El Ingemmet proporcionó informes técnicos sobre áreas de riesgo, y se actualizaron estudios de peligros geológicos para mejorar la gestión del riesgo de desastres. La información geológica es crucial para la prevención y mitigación de desastres. El acceso público a esta información se facilita a través de la plataforma «Perú en Alerta».

A pesar de que se descartó el riesgo de tsunami, las autoridades mantienen un monitoreo preventivo en las áreas afectadas. La atención médica es necesaria para las personas heridas, y la reparación de los daños materiales es una prioridad. Este terremoto resalta la importancia de la información geológica para la prevención y mitigación de desastres en el Perú.

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