Amenazan a familiares que usan espacios para esperar noticias de sus seres queridos.

Lo que debería servir como refugio para familiares de pacientes ingresados en el Hospital Regional Docente de Trujillo, que llevan meses a la espera del alta de sus seres queridos; se volvió un espacio de invasión que malos extranjeros usan para suministrarse drogas, atemorizar a los ciudadanos e incluso, mantener intimidad entre ellos.

“Gritan, pelean, se drogan; es un olor insoportable del humo que sale de esas carpas y es un temor decirles algo porque también tienen cuchillos” con voz de indignación, relató un ciudadano que, por temor a las represalias, no quiso revelar su identidad y que duerme en la calle esperando noticias de su familiar internado en el mencionado nosocomio.

De igual manera, existen personas que vienen desde Chepén, Pacasmayo, Cascas y otras zonas alejadas de la región liberteña, que prefieren dormir a la intemperie antes de quedarse en una de las carpas para evitar llevarse un susto por la presencia de malos elementos foráneos que andan constantemente bajo el efecto de las drogas.

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