La semana pasada, en la comunidad Wampis de Fortaleza, se produjo un ataque contra una patrulla de guardias indígenas. La patrulla, compuesta por 60 miembros, fue emboscada y atacada a tiros. Este suceso ocurrió pocos días después de que el gobierno peruano retirara una operación conjunta que estaba planificada para combatir la minería ilegal. La Nación Wampis lleva dos años exigiendo que las agencias estatales y la fiscalía trabajen en la vigilancia y erradicación de las minas ilegales en la cuenca del río Santiago. La patrulla atacada realizaba la primera misión emprendida tras el retiro del gobierno.

Afortunadamente, no se reportaron heridos. Aunque los guardias indígenas portaban rifles de caza, habían recibido la orden de no disparar bajo ninguna circunstancia. El ataque incluyó el uso de explosivos y disparos que impactaron un vehículo y perforaron la chaqueta de uno de los guardias. El gobierno peruano no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.

La Nación Wampis busca proteger sus tierras ancestrales de actividades ilegales como la minería, la tala de árboles y el tráfico de drogas. La misión de los guardias indígenas es monitorear los impactos ambientales de la minería ilegal en la región del Bajo Río Santiago. La Nación Wampis promueve un estilo de vida en armonía con la naturaleza, conocido como Tarimat Pujut. Amazon Watch, una organización estadounidense que defiende los derechos indígenas y el medio ambiente, ha sido una aliada histórica de la Nación Wampis.

El incidente pone en evidencia los crecientes riesgos que enfrentan los defensores de la tierra y la falta de cumplimiento de las promesas por parte del gobierno. La Nación Wampis ha instado a Perú y a los países importadores de oro a reforzar la aplicación de la ley contra el comercio ilegal de este metal e invertir en la vigilancia territorial liderada por indígenas, así como en el desarrollo sostenible.

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