EL DESCUBRIMIENTO

Del mundo antiguo retembló el cimiento: 
la bárbara irrupción, como un diluvio, 
llegó a Roma con ímpetu violento; 
y allí el germano de cabello rubio 
y azules ojos reposó tranquilo, 
engañando nostalgias del Danubio.

Entonces el Cristianismo, que un asilo 
tuviera en misteriosa catacumba, 
de la espada imperial huyendo al filo, 
saltó brillante de esa negra tumba: 
la perla surge en los revueltos mares 
cuando furiosa la borrasca zumba.

Alzándose los templos a millares 
sobre aquel suelo do el patricio hiciera 
oblación de cristianos a sus lares. 
La buena nueva se extendió doquiera, 
abrió en la humanidad surco profundo, 
y el Arbol de la Cruz, sacra bandera, 
tremoló por los ámbitos del mundo.

II

Pero siglos después, su obra concibe 
en el seno de Arabia un gran Profeta, 
que en las palmeras su Corán escribe. 
Y aquella raza vagabunda, inquieta, 
de valor temerario, fatalista, 
brazo de hierro y mente de poeta, 
sus legiones innúmeras alista, 
desenvaina el alfanje de conquista; 
atraviesa la líquida llanura 
que de sus costas los contornos baña, 
y prodigios haciendo de bravura, 
entre arrojo español y árabe hazaña, 
ayudada por pérfidos traidores, 
se enseñorea en lo mejor de España.

En perfumados cármenes las flores, 
de blancas que eran, las tornaron rojas 
de sangre y de vergüenza los vapores; 
y en la Vega gentil donde las hojas 
de pomposos laureles verdeaban, 
contemplarse pudieron las panojas 
que cimbreadoras palmas ostentaban, 
y su oasis al hijo del desierto 
en el pensil de Europa recordaban. 
Sí, allí la planta del muslime incierto 
tranquila se fijó, y esos confines 
su mano transformolos en un huerto; 
entre bosques de nardos y jazmines, 
y junto a la mezquita do al creyente 
convocada la voz de los muecines 
radiante de esplendor, alzó la frente 
encantado vergel para la zambra, 
ese palacio de hadas refulgente, 
ese alcázar de genios, esa Alhambra…

III

Pasan años y lustros y centurias. 
Al pueblo aquel que confinado gime 
en las montañas de Aragón y Asturias, 
concede el cielo una mujer sublime, 
que lucha sin cesar frente a Granada 
y, forzando sus muros, la redime.

En la morisca Alhambra es aclamada 
la católica reina de Castilla 
libertadora de su patria amada. 
Mientras el sol de la victoria brilla, 
lágrima silenciosa, allá en la Vega, 
de Boabdil humedece la mejilla; 
y el manso Duero, que esos valles riega, 
puede escuchar el cántico de alguna 
piadosa virgen que por todos ruega. 
Y allí donde lució la media luna, 
la Cruz del Redentor se eleva entonces; 
y en el alto alminar pone Fortuna 
en el lugar del muecín, cristiano bronce.

IV

Era para Isabel, genio fecundo, 
santamente ambicioso de victoria 
predestinado a completar el mundo, 
vencer al musulmán escasa gloria: 
necesitaba el hecho que la encumbra 
con visos legendarios en la historia, 
el hecho aquel cuyo esplendor alumbra 
la noche de los tiempos, cuya flama, 
de fulgor mitológico, deslumbra.

Aquel hecho que empieza cuando llama 
el Marino a las puertas del convento, 
y termina en el seno de la fama…

¡Oh, inconcebible instante! ¡Oh, gran momento! 
Cual si un mundo de enorme pesadumbre 
de Colón agobiara el pensamiento. 
Comprende él que envidiosa muchedumbre 
le insultara con bárbara ironía.. 
Más a través de todo, ve la cumbre 
adonde Dios al escogido guía: 
al Calvario se llega agonizante, 
pero ¡se resucita al tercer día!…

En la Rábida encuentra al Almirante 
lo que juzgó imposible en su abandono; 
y cuando de Isabel se haya delante, 
expone su proyecto en firme tono 
y un mundo, exclama, descubrir os juro 
para la fe de Cristo y para el trono.

Y contenta al navegante oscuro 
y descubriendo el misterioso arcano 
que guarda entre sus pliegues lo futuro, 
cruzar anhela el azulado océano, 
de hasta entonces indómita fiereza, 
y tiende a aquél su protectora mano.

La corona que ciñe su cabeza, 
ya transformada en voladores naves 
proclamará su nombre y su grandeza..

¡Carabelas, volad! Cánticos graves 
os entona la mar son sus rumores: 
Dios del cielo os bendice, aroma suave, 
la Atlántida os reserva entre sus flores..

V

¡Silencio!… el verbo a descubrir no alcanza 
cómo surgió entre la densa bruma 
convertida en verdad, esa esperanza. 
No intenten, no la lira ni la pluma 
en cuadro bosquejar del continente 
dormido entre sus sábanas de espuma 
y despertando al beso que en la frente 
los labios de dos genios le dejaron 
cuando bajo la cruz omnipotente 
Isabel y Colón se coaligaron…

VI

Que nos cuentan los sabios mil verdades 
que hable la Historia lo que quiera un día; 
que nos descubran tristes realidades, 
ha de seguir la humana fantasía 
viendo a Colón entre rosados velos 
de descubrir un mundo en la porfía, 
y a despecho de envidias y recelos 
extendida la diestra hacia el espacio 
fija la vista en los profundos cielos.

Y siempre de Castilla en el palacio 
ha de mirar, en perfumada zona 
cubierta por celajes de topacio, 
a la augusta Isabel, a la matrona 
vencedora feliz de Abencerrajes, 
quitando de su frente la corona 
y los joyeles de sus ricos trajes, 
para adquirir las navecillas de oro 
de ese magnífico viaje de los viajes.

Verá América dando su tesoro 
de millones de súbditos rendidos, 
que el canto del esclavo alcen en coro; 
de majestuoso bosque parecidos 
al Líbano inmortal de las cabañas 
son del amor encantadores nidos; 
de cadenas de vírgenes montañas 
otorgando al íbero generosas 
las riquezas sin fin de sus entrañas; 
ha de ver producir lirios y rosas 
valles cual Jericó y Alejandría 
para adornar espadas victoriosas; 
y en la nave desierta y solitaria 
del templo de pasada idolatría 
surgir para el incienso y la plegaria 
los altares del Hijo de María.

AMALIA PUGA DE LOSADA.- Cajamarca, 1866-1953. 
Convocado a un Concurso Nacional para cantar la gesta del descubrimiento de América en su 400 Aniversario obtuvo el Primer Puesto este Poema, que le valió el reconocimiento de las esferas ilustradas del Perú, América y Europa. Poetisa, novelista, colaboradora en los distintos periódicos nacionales y extranjeros. OBRAS: «Ensayos Literarios»; «Prosa y Verso» 1893; «El Voto», novela, 1923; «Poesías», 1927; «El jabón de hiel», cuentos 1949; y «Los Barzuas», novela 1952.

About the Author

Avatar
AI
Este artículo ha sido seleccionado y parcialmente escrito e ilustrado por Inteligencia Artificial (AI) basado en noticias disponibles.

Be the first to comment on "EL DESCUBRIMIENTO"

Leave a comment

Your email address will not be published.


*


WP2Social Auto Publish Powered By : XYZScripts.com