Bandas de extorsionadores hicieron estallar explosivos en el inmueble de un comerciante del distrito de Guadalupe, en la provincia de Pacasmayo, y dejaron una dinamita en una bodega del distrito de Alto Trujillo, en la provincia de Trujillo.
El primer atentado se produjo al promediar las 10.00 p. m. del último domingo 15 de enero, en el sector El Cafetal II de Guadalupe, donde la fuerte detonación dejó daños materiales en la vivienda del hombre de negocios.
El dueño del inmueble evitó dar declaraciones por temor a represalias de los hampones, quienes lo estarían amenazando desde hace varios días a través de mensajes extorsivos.
Efectivos de la Policía Nacional del Perú y Seguridad Ciudadana de Guadalupe llegaron al lugar para iniciar con las investigaciones de acuerdo a ley.
Por otro lado, el lunes 16 de enero un grupo de delincuentes dejó un cartucho de dinamita en la vivienda de una humilde comerciante del Barrio 5 C, del distrito de Alto Trujillo, en la provincia de Trujillo.
En el sitio, la mujer instaló una pequeña bodega y vende productos de primera necesidad a sus vecinos.
Según contó la agraviada, cuando estaba atendiendo a sus clientes, un sujeto se le acercó y le dejó una bolsa y se retiró.
La dueña de la bodega, al abrir el paquete, encontró una dinamita y un manuscrito con amenazas, en las cuales le dicen que conocen todos los movimientos de sus familiares y pueden asesinarlos si no paga la suma de 40.000 soles.
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