Olanda Torres Cancino, consejera regional por Pacasmayo, destaca una percepción errónea sobre el Consejo Regional. Explica que, según la ley orgánica del Gobierno Regional de La Libertad, los consejeros deben fiscalizar, proponer normas y representar, más allá de las diferencias políticas o los viajes del gobernador.
La consejera aclara que la oposición no se centra solo en los viajes del gobernador César Acuña Peralta, sino que abarca más aspectos. Cada consejero es responsable de la fiscalización en su provincia y comisión. El Consejo cuenta con 14 comisiones y los planes de trabajo ya están presentados.
Torres menciona que algunos consejeros prefieren comunicarse con la prensa sobre sus investigaciones, mientras que otros optan por un enfoque más documentado y formal. A pesar de las diferencias en la visibilidad de su trabajo, todos los consejeros tienen el mismo rol fundamental.
La consejera concuerda con las críticas sobre la baja productividad de ordenanzas del año pasado y reconoce la necesidad de un mea culpa colectivo. Sin embargo, advierte que no es posible sobrecargar el sistema con más normas sin un marco legal adecuado, aunque cada consejero puede proponer nuevas normas desde su ámbito de fiscalización.
En la comisión de Educación, de la cual forma parte, se han aprobado dos ordenanzas recientemente. Torres cuestiona el trabajo realizado por la Comisión de Educación anterior, preguntándose sobre su alcance y los informes emitidos en las 12 provincias.
Torres explica que la fiscalización no implica la capacidad de despedir funcionarios. Si se detectan deficiencias, se envía un informe al titular de la entidad, quien debe proceder según la Secretaría de Procedimientos Administrativos Disciplinarios. Menciona cambios en directores de redes de salud, pero no en educación, donde la región no designa funcionarios.
La consejera lamenta la falta de poder sancionador del Consejo, lo que dificulta la fiscalización cuando los funcionarios evaden sus responsabilidades alegando compromisos en otras regiones. Este problema representa un obstáculo significativo para su labor.
Finalmente, Torres enfatiza su independencia y criterio personal en la toma de decisiones, optando por una ruta individual en lugar de seguir la línea de su bancada. Declara desconocer las razones detrás de la renuncia de otras consejeras y prefiere no especular sobre sus motivaciones.
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