Vengo aquí a dormir la tierra amiga
donde una vez fui pez de aletas blancas.
Olor de verdes chilcos delectantes
en humorosas vetas carbonadas.
Copas de viejos troncos arrimados
a las piedras calizas del sendero.
Aquí los vengo a ver.
Que placer es amar la tierra nuestra
llevando hornos altos a la vida
donde quemar palabras nunca dichas.
Y dejar sobre el Monte venusino
parvadas de relámpagos y trinos
bajo pátinas verdes del recuerdo.
Mi ensenada montar en potro fino.
Mi alameda mirar desde una Escuela.
El corral de mis primas y sus vacas.
El amplio lodazal de arroz, sin duda,
O más allá la sal de un mar ladino.
De sauces que bordean el camino
de mi río San Juan.
Mi vida y no mis sueños se soltaron
de enjaezado monte campesino
donde Abuelo podó mi verso un día
con su risa de roble y su mirada
que alcanzaba hasta Usquil su Madrugada
regresando a Paiján.
Allí un balcón tan largo me esperaba
un celaje de tierra enamorada
que no puedo dejar.
Estrella Arroyo de Guedes.- Paiján – Trujillo, 1914-1990.
Publicaciones: “Las Expiaciones”, “Caudales de Infinito”, “La Vid Profunda”, “Elegía de una Rosa”,
“Salvaje Estío”, y “El Sol en la Pirámide”.
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