Las Rondas Campesinas en Chepén son grupos fundamentales para la seguridad y el bienestar de la comunidad. Recientemente, dos miembros de la Ronda Campesina Las Águilas de Catalina enfrentaron problemas legales por portar armas sin autorización. Este incidente pone de manifiesto la necesidad de entender la relación entre estas rondas y las autoridades locales.

Johny Asto Suárez, presidente de las Rondas Campesinas de Chepén, ha expresado su preocupación por la falta de coordinación entre los ronderos, la Policía Nacional y las municipalidades. Él critica abiertamente la detención arbitraria de los ronderos, resaltando que los miembros de las rondas reconocen su responsabilidad legal en la posesión de armas.

En la próxima sesión del COPROSEC, Asto planea proponer mejoras en la coordinación. Este es un paso importante, ya que la Ley 27978 regula el funcionamiento de las Rondas Campesinas y subraya la necesidad de colaborar con las autoridades para asegurar una convivencia pacífica y segura.

Además, un ejemplo positivo se ha dado a conocer: un joven logró rehabilitarse gracias al respaldo de estas rondas. Historias como esta muestran el impacto positivo que las Rondas Campesinas pueden tener en la vida de las personas en Chepén y la importancia de su rol.

Sin embargo, la falta de apoyo y recursos perpetúa desafíos significativos. Las Rondas Campesinas, que operan bajo la Confederación Nacional de Rondas Campesinas Urbanas y Nativas (CONARC), son vitales para la seguridad comunitaria, pero necesitan una mayor colaboración con la Policía y las autoridades municipales.

Para lograr una operatividad eficaz, es esencial priorizar la colaboración entre los diferentes actores. Fortalecer esta relación puede prevenir conflictos legales y mejorar la atención a la comunidad. La historia de las Rondas Campesinas demuestra que, con el apoyo adecuado, pueden ser un pilar de seguridad en Chepén.

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