El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) organiza talleres de fortalecimiento de vínculos familiares para internos en centros penitenciarios del Perú. Estas actividades forman parte del tratamiento penitenciario y buscan mejorar la resocialización de los reclusos. Bajo la dirección de Iván Paredes Yataco, se implementan iniciativas que valoran el rol de la familia en el proceso de reinserción social.

En el penal Ancón 2, se realizó un emotivo día de familia donde participaron 152 internos y 130 familiares. Profesionales del área social lideraron esta jornada resaltando la importancia de los vínculos afectivos. El director del penal, Milton Guevara Mendoza, enfatizó cómo la familia es fundamental para la resocialización de las personas privadas de libertad.

El penal Pacasmayo fue sede de un reencuentro familiar de dos días que reunió a 188 familiares. Bajo la organización de la directora Ysabel Tejada Cabezudo, las actividades incluyeron juegos dinámicos y un show infantil. Estos espacios permiten a los internos compartir momentos especiales con sus seres queridos, fortaleciendo su motivación por el cambio.

En el penal Huacho, se organizó el concurso de dibujo y coloreo «Mi Familia», donde los internos expresaron su afecto a través del arte. Se seleccionaron a 10 ganadores quienes recibieron diplomas y útiles de aseo. Esta iniciativa creativa permitió a los reclusos reflexionar sobre el valor de sus relaciones familiares y expresar sus emociones.

Las familias son consideradas el sostén emocional, afectivo y material de las personas privadas de libertad. Constituyen la conexión con el exterior y la principal motivación para seguir esforzándose. Organizaciones como «Jóvenes Cristo – Jóvenes de Barranca» apoyan estas iniciativas reconociendo el papel protagónico de la familia en la rehabilitación.

Estas actividades fortalecen los vínculos familiares y contribuyen significativamente al proceso de resocialización. El INPE reafirma su compromiso con iniciativas que faciliten la reinserción social de la población penal. La familia se reconoce como un factor protector y un tesoro que une pasado, presente y futuro de quienes buscan una nueva oportunidad en la vida.

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