Lúcido Enrique Boy Palacios

Don Octavio Polo Briceño nació en el frío viento de Cauday y falleció en la tibia brisa del puerto de Pacasmayo. Cariñosamente, los pacasmayinos lo llamaban “don Polito”. Con recursos propios y de su esposa norteamericana formó una gran biblioteca que puso al servicio de la comunidad. También se dedicó a escribir; una de sus obras es “Estampas Pacasmayinas”, recopilación de unos ochenta relatos sobre el folklore pacasmayino escritos por la década de 1970. Para su composición, don Polito utiliza la fuente directa de su mirada, observando su entorno. Además, a la manera de Arguedas en el estudio del folklore peruano, recurre a fuentes indirectas orales de alumnos; también escucha a otras personas e investiga en archivos municipales.

Como se desprende del título, se trata de Estampas, de relatos donde no hay conflicto. Don Polito empieza por un lugar ubicado a pocas cuadras de su domicilio: el Mercado de Abastos, donde, como sabemos, no sólo se realizan intercambios comerciales sino también de historias, de “chismes”. Desfilan el carnicero y sus trampas en la balanza; las placeras y su sicología para atraer clientes con yapas y regateos; las cocineras y sus sabios menús; las herbolarias y sus recetas que curan hasta el mal de amores; las vendedoras de pescado, “pata salada” y todavía enlutadas por la muerte del Inca. Luego vemos a otros personajes populares como la tamalera, la florista, el canillita, el peluquero, los vagos y sus clubes, y los orates.

Son recurrentes los espacios representativos: los muellecitos del malecón; el puente fierro; la acequia de Pacasmayo; las casas de ilustres personajes; el elevado cementerio hacia el cual, según expresión atribuida al “Conde de Lemos” Abraham Valdelomar en su visita al puerto, los muertos no bajan sino suben.

Como en toda comunidad, no faltan las historias jocosas como la de “los pozos petrolíferos”; tampoco las fiestas religiosas ni las creencias y supersticiones (sustos, chucaques, ojeadas). Sobre la literatura oral mágica don Polito cita a Alfredo Valle Degregori para quien “(…) el mito es la creación colectiva de un pueblo en búsqueda de la verdad de su orígenes. En el mito se está retratando el alma de la gente, el espíritu de la nación. Sus deseos, frustraciones, estado cultural, inquietud moral, etc.” Por ello leemos historias como la del conocido “cura sin cabeza” y nos enteramos de una de las versiones del origen del nombre Pacasmayo: río escondido.

Realidad y ficción fundidas en la memoria y perennizadas por la palabra escrita.

Cajamarca, 06 de diciembre 2023.

Nota del Editor: Las Estampas Pacasmayinas están disponibles en https://blogs.pacasmayo.com/estampaspacasmayinas

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