Como voy a olvidar al huinco jalando el cconcho, y cuando soplan la teqque, con esa larga pucuna; a la cuchara de palo, meniando el locro pa’ la hambruna y al Loncco enccapichado con su chalina y su poncho.

Felix García Salas

Arequipa, la Ciudad Blanca, al sur del Perú, se erige como un testimonio vivo de la rica historia y la diversidad cultural del país. Reconocida por su arquitectura colonial bien conservada y la majestuosidad de sus paisajes, Arequipa es, y cómo dudarlo, el orgullo de todo arequipeño. Y, aunque entre broma y broma tratamos de negarlo, Arequipa es también un orgullo para todos los peruanos, aún cuando solo hayamos tenido la dicha de visitarla por poco tiempo. Arequipa es rica en historia, cultura, gastronomía, cuna de demócratas, y además, es absolutamente bella.

Fundación y Colonización

La historia de Arequipa se entrelaza con los primeros años del período colonial peruano. Después de la conquista de los territorios incas por parte de los españoles, se inició la búsqueda de lugares adecuados para establecer asentamientos. Fue así como, en 1537, el capitán español Garcí Manuel de Carbajal exploró la región que finalmente se convertiría en Arequipa. Reconociendo su potencial agrícola y su acceso al agua, los colonizadores fundaron la ciudad el 15 de agosto de 1540, bautizándola como “Villa Hermosa de Nuestra Señora de la Asunción de Arequipa”. Esta fundación marcó el inicio de una ciudad que prosperaría en el comercio, la agricultura y la arquitectura singular que la caracteriza.

Arquitectura

La primera impresión de una persona que llega por primera vez a Arequipa suele ser la majestuosidad de sus paisajes y la imponente presencia de los volcanes que rodean la ciudad. Sin embargo, ese cuadro fotográfico está adornado por uno de los aspectos más distintivos de Arequipa: su arquitectura única, construida con la característica piedra blanca llamada “sillar”. El sillar fue el producto de algunas de las antiguas explosiones volcánicas del área de Chachani, y está compuesto de ceniza volcánica y lava, con un característico color blanco. Sin embargo, también hay de color salmón y amarillento. Todas las iglesias, edificios, parques y casas se enorgullecen de usar el material regional lo cual le da a toda la ciudad un aspecto uniforme muy precioso.

Además de toda la arquitectura del Centro Histórico, es importante visitar el mirador de Yanahuara, el Monasterio de Santa Catalina, la Iglesia de la Compañía de Jesús y las canteras de sillar, para poder apreciar en toda su magnitud esta particularidad de la región.

Cuando pienso en Arequipa, lo primero que viene a mi mente es estar tomando desayuno en un balcón en la plaza de Armas, disfrutando la belleza de su naturaleza, su blanca arquitectura y sus sabores.

Gastronomía

Arequipa no solo cautiva con su historia y su arquitectura; su gastronomía también es una delicia. Los sabores auténticos de la región se mezclan en platos como el rocoto relleno, un pimiento picante relleno de carne y especias, y el adobo, una exquisita preparación de cerdo marinado en ají colorado. Y no debo olvidar mencionar el pastel de papas, que combina papas, carne y aceitunas en un festín de sabores. Cada bocado cuenta una historia de tradición y pasión culinaria.

Festividades Emblemáticas

Arequipa también es conocida por sus vibrantes festividades que reflejan la fusión de tradiciones indígenas y españolas. Entre las celebraciones más importantes se encuentran:

• Carnaval: Celebrado entre febrero y marzo, el Carnaval en Arequipa es una explosión de alegría y color. Los lugareños participan en batallas de agua, bailes y fiestas callejeras, marcando una pausa alegre antes de la temporada solemne de la Cuaresma.
• Virgen de Chapi: Cada primero de Mayo, desde hace trescientos años, los feligreses celebran el culto a la Virgen de Chapi, recorriendo a pie los 15 kilometros de distancia hasta su morada, el Templo de Chapi.
• Aniversario de Arequipa: El 15 de agosto, la ciudad conmemora su fundación con desfiles, presentaciones culturales, conciertos y exposiciones. Esta fecha es un momento de orgullo para los arequipeños y una oportunidad para celebrar su identidad histórica.

Personalidades Ilustres

Arequipa ha sido cuna de individuos notables que han dejado su huella en diversos campos:

• Víctor Andrés Belaunde: Ilustre diplomático, abogado y filósofo nacido en Arequipa en 1883. Sus contribuciones al pensamiento y la política peruana son fundamentales en la historia intelectual del país. Fue representante del Perú ante las Naciones Unidas.
• Nicolás de Piérola: Destacado político y militar nacido en Arequipa en 1839. Jugó un papel influyente en la historia política durante el siglo XIX, y llegó a ser presidente del Perú.
• Mario Vargas Llosa: Aclamado escritor peruano y premio Nobel de Literatura, nació en Arequipa en 1936. Sus novelas exploran temas políticos y sociales de manera magistral.
• Mariano Melgar: Renombrado poeta y músico arequipeño, virtuoso de la guitarra y tañedor del yaraví, tras abandonar su aspiración sacerdotal, vertió su desesperación y anhelo en melodías y versos que aún resuenan en el corazón de Perú. Muerto en defensa de la independencia, su legado artístico y patriótico perdura.

Estas son solo algunas de las personalidades que han surgido de Arequipa, contribuyendo al rico tapiz cultural y a la historia de la ciudad.

En resumen, Arequipa es un tesoro peruano que brilla con su arquitectura, festividades y personalidades distinguidas. Su fundación, marcada por la colonización española, dio paso a una ciudad que celebra su identidad regional y rinde homenaje a su pasado a través de festivales vibrantes y una rica historia. Desde sus calles empedradas hasta sus majestuosos volcanes, Arequipa sigue cautivando a aquellos que la visitan y revela su espíritu resiliente y culturalmente rico.

Referencias:
ArequipaPeru.org
Wikipedia
Planes y Planos