El 10 de julio de 1962, AT&T Bell Telephone Laboratories (ahora Nokia Bell Labs) y la NASA lanzaron Telstar 1, el primer satélite de comunicaciones desde Cabo Cañaveral. Las comunicaciones globales cambiaron para siempre.

Por primera vez, las transmisiones de televisión en vivo y las señales telefónicas podrían transmitirse entre los EE. UU. y Europa por medio de este simple satélite esférico en blanco y negro. Su exterior icónico contenía 170 libras de algunos de los dispositivos electrónicos más complejos conocidos por la humanidad. Contaba con 3.600 células solares para la energía y un tubo de ondas viajeras para amplificar las señales de radio. La tarea clave de Telstar 1 era recibir señales emitidas desde EE. UU., amplificarlas 10 000 millones de veces y retransmitirlas a audiencias en directo en Europa, y viceversa. Las señales de comunicación de televisión y teléfono se retransmitieron y reforzaron para regresar a la Tierra.
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