Caral-Supe es la ciudad urbana más antigua de América, con aproximadamente 5,000 años de antigüedad. Este descubrimiento arqueológico ha reescrito nuestra comprensión de los orígenes de la civilización en las Américas. La civilización de la cultura Norte Chico floreció en el valle de Supe, Perú, demostrando que sociedades complejas existían mucho antes de lo que se creía.
En octubre de 1994, la arqueóloga peruana Dra. Ruth Shady comenzó a excavar los misteriosos montículos del valle de Supe. Su equipo trabajó incansablemente durante años, desenterrando estructuras que revelaban una ciudad planificada con arquitectura monumental. Este hallazgo desafió todas las suposiciones previas sobre el desarrollo de sociedades complejas en el Nuevo Mundo.
En 1999, el equipo de Shady descubrió bolsas de junco tejidas llamadas «shicras» que fueron enviadas para datación por radiocarbono. Los resultados publicados en la revista Science en abril de 2001 dataron Caral en 2627 a.C., convirtiéndola en la ciudad más antigua de las Américas. Veintinueve fechas de radiocarbono separadas confirmaron la increíble antigüedad del sitio.
Caral-Supe abarca 626 hectáreas de desarrollo urbano cuidadosamente planificado. La ciudad está estratégicamente posicionada en una terraza desértica seca con vista al fértil valle del río Supe. Esta ubicación permitía a sus habitantes aprovechar los recursos agrícolas del valle mientras mantenían una posición defensiva natural frente a las inundaciones.
El Gran Templo es la pirámide más impresionante de Caral, midiendo 150 metros de largo, 110 metros de ancho y 28 metros de alto. Los constructores utilizaron una técnica innovadora con bolsas de piedra rellenas (shicras) para garantizar la estabilidad estructural. Este método de construcción demuestra un conocimiento avanzado de ingeniería que permitió crear estructuras monumentales que han perdurado milenios.
Entre los fascinantes descubrimientos se encuentran 32 flautas hechas de huesos de pelícanos y cóndores, además de 37 cornetas fabricadas con huesos de ciervos y llamas. También se encontró evidencia de lo que parece ser uno de los primeros quipus (sistema de registro con cuerdas anudadas) del mundo. Estos artefactos ofrecen una ventana a la vida cultural y espiritual de esta antigua civilización.
Lo más sorprendente de Caral-Supe es la ausencia completa de armas, fortificaciones defensivas o evidencia de guerra. A diferencia de las civilizaciones contemporáneas en Mesopotamia y Egipto, la civilización Norte Chico parece haber sido completamente pacífica. Esta característica desafía las teorías tradicionales que asocian el desarrollo de sociedades complejas con la guerra y la conquista.
La civilización Caral-Supe mantuvo una extensa red comercial que se extendía desde la costa del Pacífico hasta la selva amazónica. Esta red permitía el intercambio de bienes, ideas y tecnologías entre diferentes regiones. La ubicación estratégica de Caral como centro comercial contribuyó a su prosperidad y desarrollo durante milenios.
Caral antecede al Imperio Inca en cuatro milenios. Mientras Caral florecía alrededor del 2600 a.C., la Gran Pirámide de Keops se estaba completando en Egipto, las ciudades-estado sumerias prosperaban en Mesopotamia, y Stonehenge aún estaba a 500 años en el futuro. La mayor parte de las Américas estaba habitada por cazadores-recolectores nómadas en esa época.
El descubrimiento de Caral-Supe ha cambiado fundamentalmente nuestra comprensión de los orígenes de la civilización en las Américas. Ha retrocedido la línea de tiempo de la civilización del Nuevo Mundo en más de 1,000 años. Además, ha demostrado que las sociedades complejas podían desarrollarse sin guerra, influyendo en civilizaciones andinas posteriores.
El trabajo de la Dra. Ruth Shady ha recibido reconocimiento internacional en los últimos años. En 2018, recibió el Premio L’Oréal-UNESCO para Mujeres en la Ciencia. En 2020, fue nombrada una de las 100 Mujeres más Influyentes de la BBC, y en 2021, fue condecorada con la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos del Perú por sus contribuciones a la arqueología.
La investigación continúa en Caral-Supe revela nuevos aspectos de esta antigua civilización. En 2024, el descubrimiento de Peñico, una ciudad de 3,500 años, ha brindado información valiosa sobre la continuidad de la cultura Caral. Cada temporada de excavación trae nuevos hallazgos que enriquecen nuestra comprensión de esta fascinante civilización.
A pesar de su importancia, Caral-Supe enfrenta desafíos continuos por invasiones de tierras, presiones ambientales y limitaciones de financiamiento. La Dra. Shady incluso sobrevivió a un intento de asesinato en 2002 mientras defendía el sitio de invasores de tierras. La preservación de este patrimonio mundial es crucial para las generaciones futuras.
Hoy, Caral ofrece a los visitantes la oportunidad única de caminar por una de las ciudades más antiguas de la humanidad. El turismo responsable en Caral beneficia a las comunidades locales mientras protege el sitio arqueológico. Visitar Caral es un viaje en el tiempo que conecta a las personas con los orígenes de la civilización americana.
Créditos de contenido e imágenes:
www.machupicchu.org
Be the first to comment on "Caral-Supe: La Ciudad Más Antigua de América"