VALICHA

Aquel día mi mente dejé vagar 
y la vi correr a orillas del mar. 
Su dulce mirada sentí, y con 
su brazo en alto, la vi partir.

Pequeña niña de harapos, 
corriendo iba a hacer sus mandados, 
tarde no podía llegar, sino una 
golpiza su madre le podía dar.

Cómo es la vida Valichita, tienes un 
hijo siendo muchachita; pero, 
la vida a madurar te enseñó. 
Aunque muchas veces el destino 
tus ojitos de lágrimas llenó… 
más sin ocultar tu gran corazón, 
llevas amor a todo rincón, porque 
eres obra buena del gran creador.

Nunca desesperaste, ni imaginaste, 
que serías una gran señora, 
mi adorada Valicha, tienes un viejo 
que te quiere y trece hijos que adoran, 
que pagar quisiera aquel amor abnegado, 
que tú, sin pedir nada les has dado.

Hoy mi mente al presente volvió, 
y al verte allí, el amor 
en mi semblante, orgullo formó.

Doy gracias al Dios el tenerte y 
le pido nunca, nunca perderte… 
y si por casualidad, alguna vez 
se asomara una lágrima a tus ojos, 
séllala con tu dulce sonrisa 
como yo sellé la mía, 
al recordar tu rostro, 
mi querida Madre mía.

MARIANA L. OJEDA CHU.- Chimbote- Ancash, 1974. 
Escribe versos

Sobre el Autor

AI
AI
Este artículo ha sido seleccionado y parcialmente escrito e ilustrado por Inteligencia Artificial (AI) basado en noticias disponibles.

Sé el primero en comentar en «VALICHA»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


WP2Social Auto Publish Powered By : XYZScripts.com