Recientemente, se anunció la devolución de ocho piezas precolombinas robadas a Perú por parte de la justicia de Nueva York. Este acto destaca la importancia de preservar el patrimonio cultural peruano y representa un paso significativo en la lucha contra el tráfico de arte y objetos históricos.

Entre las piezas devueltas se encuentra una impresionante máscara moche de cobre dorado, datada en el 300 a.C., que podría representar al dios Aiapæc. También se incluye una botella efigie de la cultura Chavín, robada en la década de 1960 y datada entre el 1000 y el 700 a.C. procedente de Tembladera, en el valle del Jequetepeque.

Estas devoluciones se hicieron efectivas con la entrega formal de las piezas al consulado de Perú en Nueva York. El fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, comentó sobre la repatriación, subrayando el compromiso de su oficina para devolver artefactos culturales a sus países de origen.

El saqueo de yacimientos arqueológicos en Perú, especialmente en las décadas de 1960 y 1970, fue impulsado por fenómenos como sequías y el uso de certificados falsos para contrabandear las piezas a Estados Unidos. Estas acciones han causado un daño significativo al rico patrimonio cultural del país.

La unidad de robo de la fiscalía de Manhattan ha tenido un papel crucial en la recuperación de objetos de arte, habiendo recuperado más de 6.000 piezas valoradas en más de 470 millones de dólares. Este esfuerzo resalta la necesidad de colaboración internacional en la restitución de bienes culturales.

La repatriación de estas piezas no solo resalta la importancia de conservar la herencia cultural de Perú, sino que también muestra la eficacia del trabajo de las autoridades en la lucha contra el tráfico de arte. Este caso sirve como un modelo a seguir para futuras restituciones de patrimonio cultural.

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