El control de crucero es un sistema que controla automáticamente la velocidad de un automóvil. Es un servomecanismo que toma el control del acelerador para mantener una velocidad constante establecida por el conductor.

El control de velocidad existió en automóviles tempranos, como el Wilson-Pilcher, en la década de 1900. Tenían una palanca en la columna de dirección que se podía utilizar para establecer la velocidad que se debía mantener por el motor.

Pero quien realmente cambió la historia fue Ralph Teetor, cuando inventó y patentó el sistema moderno de control de cruzero el 22 de Agosto de 1948, debido a su frustración con su chofer que subía y bajaba la velocidad al conversar.

En este sistema, el conductor debe subir manualmente la velocidad del vehículo y presionar un botón para establecer el control de crucero en la velocidad actual. El sistema toma la señal de velocidad de un eje de transmisión rotatorio, cable de velocidad, sensor de velocidad de rueda o pulsos de velocidad producidos electrónicamente por el vehículo.

Entre las ventajas del control de crucero se encuentran la reducción del cansancio del conductor en viajes largos y la mejora de la comodidad al permitir cambios de posición más seguros. Sin embargo, su mal uso puede llevar a accidentes debido a condiciones climáticas adversas, curvas cerradas y falta de atención del conductor.

Algunos vehículos modernos tienen sistemas de control de crucero adaptativo (ACC), que utilizan tecnologías como el GPS, cámaras, láseres y radar para determinar la distancia con otros vehículos y objetos en la carretera. Estos sistemas pueden mantener una distancia segura de los vehículos que los preceden y ajustar la velocidad automáticamente.

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