Desde el nacimiento de la República peruana, la ingobernabilidad ha sido una constante en la historia política del país. Esta volatilidad puede ilustrarse mediante la vida y carrera de José Domingo de La Mar y Cortázar, el primer Presidente Constitucional de la República del Perú. Su historia refleja una época llena de cambios, traiciones y desafíos en la consolidación de la nueva república.

Orígenes y formación de un líder

La Mar nació en Cuenca en 1776, y proviene de una familia prominente tanto en Cuenca como en Guayaquil. Siendo que Guayaquil pertenecía al virreinato del Perú, La Mar siempre se consideró peruano. Fue educado en España, donde, tras ingresar al ejército español, participó en varias campañas bélicas. A veces herido y hasta prisionero, La Mar siguió luchando hasta conseguir el grado de coronel y ser nombrado “benemérito de la patria en grado heroico” al enfrentar a las fuerzas napoleónicas. Esta formación militar sería esencial en su regreso al continente americano, donde inicialmente defendió los intereses españoles del Virreinato del Perú.

Del Realismo al Patriotismo

Su lealtad a la corona española no duraría eternamente. Tras defender la Fortaleza del Callao contra los patriotas, La Mar experimentó un giro ideológico y decidió unirse a las fuerzas independentistas en 1821 como General de División y en 1822 fue reconocido como Gran Mariscal. Su papel fue vital en la lucha contra las fuerzas realistas y su liderazgo en la batalla de Ayacucho le otorgó un lugar destacado en la historia peruana.

Ascenso y caída política

Los primeros años de la república estuvieron plagados de pugnas. Durante la instalación del Primer Congreso Constituyente del Perú, La Mar fue nombrado Jefe de la Suprema Junta Gubernativa en setiembre de 1822, pero a los pocos meses fue depuesto por el motín de algunos generales del ejército, en el primer golpe de estado peruano. Cinco años, tres dictaduras y dos constituciones más tarde, La Mar es elegido como presidente. El 22 de Agosto 1827 La Mar asume el rol de ser el primer Presidente Constitucional de la República del Perú. Durante su mandato, se enfrentó a enormes desafíos, tres conspiraciones militares en su primer año, y la tensión constante con la Gran Colombia.

El intento de La Mar de modernizar y consolidar la república se evidencia en la promulgación de la Constitución liberal de 1828 y en el primer esbozo de Presupuesto del Ministro de Hacienda, José de Morales y Ugalde. Sin embargo, estas reformas no fueron suficientes para consolidar un gobierno estable en medio de una sociedad tan fragmentada y un contexto regional tan hostil.

Traición y exilio

Las luchas internas y la falta de apoyo de ciertos sectores del ejército llevaron al derrocamiento y arresto de La Mar en 1829. A pesar de sus esfuerzos y su indiscutible papel en la independencia peruana, terminó sus días en el exilio, en Costa Rica, solo y enfermo, a los 54 años.
El general Gamarra, quien depuso a La Mar, se convirtió en presidente dictatorial y gobernó por cinco años, y al retirarse propuso a su sucesor, pero cuando el Congreso eligió a otro, propició un nuevo golpe de estado.

Conclusión

La historia de José Domingo de La Mar y Cortázar es un reflejo de la turbulencia y la ingobernabilidad que caracterizó a los primeros años de la República peruana, y que, en cierta forma, permanece hasta hoy. En medio de conflictos internos y externos, líderes como La Mar intentaron sentar las bases de un estado moderno, pero se enfrentaron a desafíos que, en muchos casos, superaron su capacidad de liderazgo. Su historia es un testimonio de los constantes desafíos que se presentan en la construcción de una nueva nación en el convulso siglo XIX en América Latina. El reflejo de los militares y políticos que están dispuestos a destruir una nación si las elecciones no salen de acuerdo a su gusto no fue inventada en el Perú del siglo veintiuno, es parte de la fibra sobre la que se ha construido nuestro país.